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¿Qué tan saludable es el pollo empanizado?

Lo cierto es que no es realmente saludable en su preparación tradicional, pero hay unas formas de empanizado más saludables que otras, también hay que ver con qué se acompaña. Sigue leyendo para que veas cómo comerlo sin que te afecte negativamente. Analicemos los principales problemas y mira alternativas que tienes para usar esta receta de una forma más sana.

¿Es saludable el pollo apanado?
Técnica de empanizado

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¿Las grasa queda atrapada en la harina?

El principal motivo por el que un empanizado no es saludable es cuando se hace en aceite. Este método es el tradicional y lo que ocurre es que el aceite es absorbido por la la harina que recubre el alimento. Eso hace que comas mucha grasa.

Recordemos que el aceite, así sea de oliva, es totalmente grasa además de tener un contenido nutricional bastante desbalanceado. Su contenido calórico es bastante alto, hablamos de más de 800 Kcal por 100 gramos de este producto, comparado con el pollo que apenas tiene un valor cercano a los 180Kcal.

Una alternativa mucho más saludable es freírlo en freidora de aire. Algunos aplican pequeñas cantidades de aceite por encima para darle un poco más de dorado, pero no es necesario. Incluso sin agregar ni una gota de aceite también puedes tener un empanizado de buena calidad y bastante crocante. No utilices el empanizado de supermercado porque usualmente lo fríen un poco en aceite antes de congelar y se pierde el beneficio de la freidora de aire.

Si decides hacerlo con aceite, también es válido, pero debes tener en cuenta que vas a consumir mucha grasa, por lo que debes compensarlo en los acompañamientos o incluso las otras comidas del día. También es muy importante tener en cuenta la temperatura. Si lo pones muy frío, entonces entrará incluso más aceite, si lo pones muy caliente, pasará el punto de humo del aceite y se quemará, siendo incluso más peligroso.

Agrega carbohidratos a una proteína

Otro de los conflictos que tenemos es que estamos agregando carbohidratos a un alimento que en nuestra mente es una proteína, que es el pollo. Realmente no es del todo malo, pero no la solemos tener en cuenta y eso nos puede desbalancear. La solución es bastante simple y es comerlo con bastantes verduras, una porción de carbohidratos más pequeña y empanizar trozos más grandes (entre más pequeños, más harina tendrá en una misma cantidad de pollo).

Tipo de harina

El tipo de harina en el empanizado también es importante. Si se suele hacer con harinas refinadas, entonces perdemos fibra y nutrientes. Además, si es harina de trigo, suele contener gluten, lo que es difícil de procesar por el cuerpo.

Como solución se plantea usar diferentes tipos de harina, por ejemplo harinas no refinadas y de maíz o de arroz. Lo importante es disminuir el consumo de harinas refinadas. Si sientes que no tienen la misma textura busca alternativas, como pan hecho con esas harinas, lo secas, puede ser en un tostador y los mueles.

El sodio en el empanizado

Debes tener mucho cuidado con los condimentos que se usan en el empanizado porque suelen contener mucho sodio. Es particularmente común en los que ya vienen preparados en supermercados. La mejor solución en este caso es que lo hagas tú mismo, con eso sabes exactamente qué le echas y qué no.

Acompañamientos o guarnición

Los acompañamientos en una comida son de vital importancia, ya que ahí está el equilibrio de lo que comemos. Es muy común que el pollo empanizado lo sirvan con papas fritas, dedos de queso empanizado u otros similares, lo que aumenta la grasa y carbohidratos que comemos mucho más. Ya de por sí hemos mencionado limitaciones del empanizado por lo que comeremos muy poco saludable si lo hacemos así.

Las solución a eso es comer de forma consciente la cantidad de proteínas. Un acompañamiento que funciona muy bien es tener bastones de zanahoria y apio. Así, tenemos la sensación de comer algo crocante y con una forma similar a las papas fritas.

Las salsas es otro punto importante en los acompañamientos del empanizado. Es mejor utilizar pocas salsas. La mayoría de las que compras en el supermercado tienen por lo menos dos de los problemas que vemos en los malos empanizados, que son alto en sodio, alto en carbohidratos por los azúcares y alto en grasa (la base de la mayonesa, por ejemplo). Así que no es muy recomendable usarlas. Busca alternativas saludables hechas en casa como un guacamole.

Resumen y conclusión

En conclusión, sí podemos tener un empanizado que se adapta a una dieta saludable, pero hay que tener cuidado con la forma en que se prepara y cómo lo acompañamos. Para eso, debemos seguir las siguientes instrucciones:

  • Cocinarlo sin aceite, con freidora de aire.
  • Tener en cuenta que estamos consumiendo carbohidratos y no sólo proteína.
  • No utilizar harinas refinadas, utiliza harinas más saludables.
  • Tener cuidado con el sodio.
  • Hacer el empanizado nosotros mismos y no comprar el de supermercado. Suelen contener sodio alto y lo fríen en aceite previamente.
  • Utiliza acompañamientos que no tengan muchos carbohidratos.
  • Ten cuidado con las salsas.

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